• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal

Hacia una vida sana y feliz

Blog personal de Fátima Pastor Andreu

  • Inicio
  • Sobre mí

Hábitos saludables

Cómo mantener nuestro sistema inmune fuerte

29 abril, 2021 Por Fatima Deja un comentario

Siempre, y más ahora en estos tiempos que corren, es muy importante mantener nuestro sistema inmune en estado óptimo. Esto nos permite protegernos ante posibles infecciones. En estos momentos el famoso Covid-19 parece que va remitiendo, gracias parece ser a las vacunas y a las medidas tomadas por las instituciones. En este post no voy a hablar de él. Ya hay información sobre él en las redes para todos los gustos. Pero sí escribiré sobre algunas cosas que creo podemos hacer para mantener nuestras defensas activas.

Y es que son muchos los factores que pueden afectar a nuestro sistema inmune. Algunos de ellos no los podemos controlar pero otros sí que están en nuestras manos. La mala alimentación, el estrés o el sedentarismo son factores que influyen negativamente en el sistema inmunitario. Por otro lado, el ejercicio físico moderado, el contacto con la naturaleza y el descanso, influyen positivamente en mantener nuestras defensas en buen estado. Os propongo cinco hábitos que pueden apoyar al sistema inmune y que se han vuelto imprescindibles en mi vida.

1.Practica ejercicio físico moderado. 

En el ejercicio físico podemos tener un aliado o no dependiendo de cómo se practique.

Un ejercicio realizado de forma moderada influye positivamente en el buen funcionamiento del sistema inmune mientras que un ejercicio intenso, que le pueda estar provocando estrés al cuerpo, puede hacer que este experimente un déficit inmunológico.

La frecuencia con la que realicemos el ejercicio físico también es importante. No tiene la misma efectividad un ejercicio que se haga de forma habitual, dos, tres veces por semana, por ejemplo, que si lo practicamos de vez en cuando. 

Porque son muchos los efectos positivos que la práctica física moderada y habitual tiene en nuestro sistema inmune.

La respiración que se activa al realizar la actividad física, limpia nuestros pulmones, nuestras vías respiratorias y nos ayuda en la eliminación de las toxinas. De manera normal la respiración es uno de nuestros mecanismos de limpieza de toxinas, y al realizar ejercicio físico, esta limpieza se produce de forma más intensa.

La práctica física moderada aumenta la secreción de las hormonas de la felicidad. Mientras se generan estas, no se generan otras relacionadas con el estrés y que son las que favorecen la posibilidad de infecciones. 

El descanso es fundamental y el realizar ejercicio físico nos ayuda a dormir y descansar mejor lo que también favorece al sistema inmunitario. 

Uno de los síntomas que puede conllevar el vivir una situación de riesgo de contagio es el desarrollo de la ansiedad. Es una reacción normal. Sentimos una amenaza y nuestro cuerpo se activa en modo supervivencia. La práctica del deporte o de una actividad física ayudará a sobrellevar los síntomas de la ansiedad. 

La elevación de la temperatura que se produce al realizar ejercicio físico ayuda al cuerpo a combatir pequeños posibles infecciones y dejan nuestras defensas preparadas para posibles ataques más intensos. 

Al encontrarnos mejor físicamente podemos reducir el consumo de medicación con lo que mejora el sistema inmune, ya que la medicación inhibe la producción de las defensas naturales del cuerpo. Por eso la gente con medicación es más propensa a sufrir infecciones. 

Se trata de focalizarnos en evitar la bajada de las defensas, en incorporar hábitos que las refuercen y en reducir hábitos que las inhiban. 

Un cuerpo fuerte muscularmente, ayuda a un organismo fuerte. Si nuestros músculos están fuertes, nuestros órganos están y se sienten protegidos en lugar de sentirse en modo supervivencia. 

Mover el cuerpo genera vida, el sedentarismo nos hace perder vitalidad. Pero no se trata solo de movernos. Si no nos ejercitamos, perdemos la musculatura, las articulaciones se atrofian y el proceso de envejecimiento se acelera.

El cuerpo tiene que sentirse vivo y para ello tiene que sentir que se mueve. Por qué es para lo que está hecho. Si el cuerpo no se mueve envejece, se atrofia. 

Así que elige una actividad que te guste y que te sea fácil, que te mantenga en atención constante, que trabaje todo tu cuerpo, de forma controlada, segura y eficiente, supervisada por un profesional, con alguien a quien le puedes consultar tus dudas. Que esté dentro de tus posibilidades, según tu personalidad y tu disponibilidad.

Camina, corre, baila, canta, práctica Pilates, yoga, lo importante es moverse. Eso sí, recuerda que tiene que ser un ejercicio moderado y que mejor menos tiempo más frecuentemente que ejercicio intenso y de vez en cuando para que no decaiga tu sistema inmunológico. 

2. Que tu alimentación sea una aliada de tu cuerpo.

Una alimentación variada, abundante en frutas y verduras de temporada, nos aportará los nutrientes necesarios. También, los probióticos y los prebióticos nos ayudan a mantener en buen estado nuestra famosa microbiota. Y, cómo hemos dicho, la práctica del deporte o actividad física reduce la ansiedad, lo que nos ayudará también a llevar mejor nuestra alimentación.

3. Contacta con la Naturaleza.

Tomar el sol es muy importante. El déficit en vitamina D está relacionado con un sistema inmune debilitado. Mantén el contacto diario con el sol y lo más frecuentemente que puedas con la Naturaleza. Respirar aire limpio nos ayuda a desatascar el sistema respiratorio. 

4. Descansa.

Y que ese descanso sea de calidad. Busca momentos de relax, de desconexión y, por supuesto, dormir bien. Respeta las horas que necesite tu cuerpo para descansar y recargarse. Como he comentado antes, estarás ayudando así a tu sistema inmunológico. 

5. Haz cosas con las que disfrutes.

Nuestro estado de ánimo influye también en nuestro sistema inmune. Sentir que nos cuidamos, que nos dedicamos tiempo, sentirnos mejor físicamente, hace que nos encontremos mejor de ánimo. Que tomemos las cosas de forma diferente. No significa que pasemos de ellas, si no que no nos afectan tanto. La forma de tomarnos la vida es distinta. Lo conseguimos hacer con más calma, con más perspectiva, de manera más esperanzadora y positiva.

Así que, ten contacto habitual con la naturaleza, con el sol, con el aire limpio, al menos una vez por semana, con momentos de relax y de descanso. 

Recuerda que el ejercicio físico moderado y realizado de forma habitual nos ayuda a mantener nuestro sistema inmune en óptimo estado.

No olvides que la alimentación y las emociones, también tienen que ver con el estado de nuestro sistema inmune.

Es importante que pase lo que pase en el exterior no nos quite las ganas y que dediquemos aunque sea un poco de nuestro tiempo a cuidarnos. 

Espero que te haya gustado y te motive a cuidarte. 

Gracias por leerme. Hace tiempo que no escribía.

Nos vemos en el próximo post. Espero que sea pronto.

Gracias.

Archivado en: Salud Etiquetado como: Hábitos saludables, Sistema inmune

Before Footer

Categorías

  • Actividades física (1)
  • Bienestar (2)
  • Coaching (7)
  • Personal (4)
  • Salud (4)

Entradas recientes

  • Cómo mantener nuestro sistema inmune fuerte
  • Pilates, mi terapia física
  • El poder de la autocuración
  • Yoga de la Risa, una experiencia que cambia vidas

Archivos

Copyright © 2022 · Hacia una vida sana · Blog personal de Fátima Pastor Andreu